Para mí el coaching es:

Un proceso de acompañamiento desde el cual yo, con mis recursos personales, formación y experiencia profesional, intuición y amor, ayudo a la persona (coachee) a conectar consigo mismo, con su verdadera identidad (tras las creencias falsas de sí mismo), con sus recursos internos ilimitados (como también con los externos) y con su llamado muy personal y único de vida hacia la felicidad. En este proceso, ayudo a ver lo que no ve, a responsabilizarse, a potencializarse y así la consecución de sus metas, a festejar sus logros para desde ellos construir cada vez más y a celebrar su propia esencia y existencia.

Beneficios y/o frutos del coaching

Evidentemente los frutos de cada proceso de coaching o de capacitación van directamente relacionados con el objetivo que inicialmente se planteó para tales servicios, pero para dar luz sobre lo que de esos servicios se puede esperar, sólo por mencionar algunos:

Mejorar en formas de autocuidado y salud, como formas de auto amor. (Relación con la autoimagen, con el propio cuerpo, con la comida, etc) (Quien por ejemplo con sólo trabajo emocional (no dieta ni ejercicio), bajó 12 kilos en 2 meses).
Mejorar considerable y consistentemente la calidad de vida emocional. Amaestramiento de las emociones como motor hacia la constante mejora, expansión de nuestros recursos y experiencia de alegría, bienestar y felicidad.
Salir de una depresión y experimentar el día a día con sentido (directriz), gozo y pasión.
Hacer consciente los patrones inconscientes que han venido rigiendo la vida y han marcado un destino, y cambiarlo favorablemente desde la responsabilización, hacia nuestra felicidad y plenitud.
Mejorar la calidad de pensamientos, por tanto de emociones, de oportunidades y posibilidades a todos niveles.
Un autoconocimiento muy profundo y vivir una vida plena desde la verdadera identidad, recursos y sentido de vida.
Una relación de profunda validación, respeto, cuidado y amor personal.
Ayudar a salir del estado de víctima para autoresponsabilizarse de la propia felicidad. Y así, pasar de operar desde un centro de miedo a uno de verdadero amor, dejar de reaccionar desde heridas emocionales, para pasar a operar desde un amor que cada vez se va purificando más.
Superar lazos tóxicos y generar formas de autocuidado y amor.
Comprensión más profunda para lograr relación de mucha mejor y mayor conexión emocional y espiritual consigo mismo y con los demás.
Sanación de heridas emocionales, superar resentimientos, lograr perdones más profundos, reales y catapultadores.
Armonía entre amor personal y amor incondicional.
Sanación de heridas emocionales, superar resentimientos, lograr perdones más profundos, reales y catapultadores.
Rescate y redimensión del amor en pareja.
Consecución de metas a nivel profesional (económico).
Equilibrio entre vida personal y profesional.
Al lograr una sana relación con uno mismo, se logra la conexión con lo más rico, real y profundo de sí mismo, incluído sentido de vida, conexión y experiencia del Amor en sus diferentes vertientes, uno mismo, los demás, la naturaleza y Dios.